España es el país que más importa y exporta tiburones de todo el Mediterráneo y uno de los mayores comercializadores del mundo, sólo superado por Corea del Sur, según destaca la WWF.

Se apunta a la soprepesca como principal factor responsable de esta circunstancia. Una gran cantidad de ellos son capturados accidentalmente por parte de distintos tipos de artes de pesca y de manera no intencionada.

“Los tiburones y rayas dominaban el Mediterráneo pero en la actualidad están en riesgo de desaparecer. El acelerado empeoramiento de su situación es una clara señal del uso de prácticas de pesca irresponsables afirmó Raúl García, coordinador de pesquerías de WWF España.

Más de la mitad de las alrededor de 80 especies de tiburones y rayas de la cuenca mediterránea están amenazadas, de las cuales casi un tercio están en peligro de extinción.

Otras de las amenazas que destaca el informe sobre estas especies son la presión por el desarrollo urbanístico mal planificado, el turismo masivo, la contaminación y los plásticos.

El problema de los plásticos en los océanos ha pasado a la primera plana en los últimos años y afecta también a los tiburones. Un estudio reciente concluyó que más de la cuarta parte de los ejemplares evaluados habían ingerido plástico.

Se proponen diferentes soluciones para poner freno a esta situación, como cerrar las zonas donde hay una interacción alta con las especies más amenazadas, proteger zonas esenciales en su ciclo de vida, evaluar el estado de sus poblaciones y conseguir más información sobre su distribución y zonas de reproducción, así como evitar las capturas accidentales de tiburones a través de aparejos y técnicas más selectivas.

“El reto es inmenso, pero si logramos recuperar las poblaciones de tiburones y de rayas, habremos salvado el ecosistema Mediterráneo, asegurando la funcionalidad del mismo en su conjunto”, concluyó García.

Fuente: WWF.